17.7.17

Camina con Dios cada dia de tu vida


Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón; Caminaron en sus propios consejos. Salmos 81:12

Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu nombre. Salmos 86:11


Podemos tener bastante de Dios, si oramos con fe.
Toda la maldad del mundo se debe a la disposición del hombre. La gente no es religiosa porque no quieren serlo. Dios no es el Autor del pecado de ellos; Él los entrega a la concupiscencia de sus propios corazones, y a los consejos de sus cabezas; si no hacen bien, la culpa debe estar en ellos. El Señor no quiere que nadie perezca. ¡Qué enemigos para sí mismos son los pecadores! El pecado es el que hace durar nuestros problemas, y demora nuestra salvación.

En las mismas condiciones de fe y obediencia, los cristianos deben aferrarse a las buenas cosas espirituales y eternas que simbolizan los hermosos campos y las fértiles colinas de Canaán. Cristo es el Pan de Vida; Él es la Roca de la Salvación y sus promesas son como miel para las mentes piadosas. Pero quienes lo rechazan como Señor y Amo de ellos, deben también perderlo como su Salvador y galardón.

Sólo nuestro Dios posee poder omnipotente y amor infinito. Cristo es el camino y la verdad. El alma creyente deseará que se le enseñe el camino y la verdad de Dios para andar en Él, más que ser liberada de la angustia terrenal.

Quienes no ponen al Señor delante de ellos, buscan las almas de los creyentes; pero la compasión, la misericordia y la verdad de Dios son su refugio y su consuelo. Aquellos cuyos padres fueron siervos del Señor pueden plantear esto como argumento para ser escuchados y ayudados.

Considerando la experiencia de David y la del creyente, no debemos perder de vista a Aquel que, siendo rico, por nosotros se hizo pobre para que por su pobreza nosotros fuésemos enriquecidos.